El Hombre-Camión

Fuente: desmesura.org

El rápido crecimiento no planificado de las ciudades ha impacto en la calidad de vida de sus habitantes. Más trafico, más delincuencia y menos espacios para que los ciudadanos habiten su ciudad.

El transporte publico terrestre ha sido uno de los puntos clave en la discusión del mejoramiento de la movilidad urbana. Siempre se ha planteado de que las ciudades tengan mas unidades de transporte publico y menos carros particulares, para aligerar el tráfico. En diversas ciudades de América Latina, sin embargo, no se ha podido lograr este objetivo. La mala organización y el mal servicio han hecho que el transporte publico se convierta en el talón de Aquiles de la reestructuración urbana. La culpa, muchas veces, recae en el los conductores de las unidades de transporte, los cuales son señalados de infractores, de dar un trato grosero a los usuarios, de no respetar las paradas, no dar prioridad a personas mayores, de no contar con la infraestructura para personas con algún tipo de discapacidad y de generar trafico.

Este documental realizado por Caracol Urbano, refleja la realidad que viven día a día los conductores de autobús en la ciudad de Guadalajara, las condiciones bajo las cuales trabajan y si son los únicos culpables del mal servicio y deficiencia de las unidades. Mostrando la otra cara de la moneda.

El documental EL HOMBRE-CAMIÓN recoge las voces de quienes operan este servicio público: los conductores; y de los concesionarios de los camiones y patrones de los conductores: los transportistas, quienes administran las unidades de transporte sin un marco jurídico claro, en un clima de descarnada competencia por el espacio urbano.

Así como en Guadalajara, esta situación se replica en diversas ciudades de Latinoamérica.  Es por eso que el problema de la movilidad urbana debe ser un trabajo conjunto entre todos los usuarios, peatones y choferes para que las acciones sean direccionadas a mejorar la calidad de vida de quienes habitamos en estas urbes.

No podemos ser ciudadanos sino tenemos ciudad

El documental dura alrededor de 40 minutos pero vale la pena verlo.

Fuente: Caracol Urbano

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